Desde siempre me ha acompañado la sensación de no sentirme completo, de que en mí faltaba algo.
No me sentía cómodo conmigo mismo, con mi manera de relacionarme con los otros ni con mi forma de ser.
A través de la Terapia Gestalt, del proceso terapéutico y del autoconocimiento pude acercarme a mi verdad. Verdad basada en mi historia vivida, en mis experiencias y en mis vivencias, basada en mis emociones y en mi cuerpo.
Desde ahí pude comenzar a ser más sincero conmigo mismo, ser más amoroso, a respetarme y a quererme sin máscaras, con lo que traigo. He aprendido a poner luz en mis zonas oscuras y darme cuenta de que en la oscuridad también puedo bailar libremente. Proceso que me ha ofrecido la oportunidad de vivir de una manera más sana, más en calma.
He podido generar cambios en mí a través de la aceptación de todo aquello que negaba y no reconocía en mí.
A través de la Terapia Gestalt he podido dar valor a mi vida y ganar valor a la hora de hacerme responsable de ella
«La vida no es lo que te sucede, es como gestionas lo que te sucede»
En este momento presente para mi es importante aportar mi propio proceso al servicio de la terapia para acompañar a conocer y reconocer las emociones, a legitimar las vivencias y empoderarse de la propia vida más allá de la creencias limitantes.